El Laicismo como IGUALDAD de GÉNEROS


El laicismo como igualdad de géneros – El laicismo no es un ideal de confrontación, sino de concordia.

Me gustaría, para comenzar el artículo, explicar lo que es el laicismo. El laicismo no es un ideal de confrontación, sino de concordia. Tampoco es un ideal que defiendan quienes tienen intereses particulares encarnados en él; se trata más bien de una defensa altruista de quienes creen en un sistema político más justo.

 

Libertad de conciencia, igualdad para todo el pueblo, son dos de los principios del laicismo, principios, que como vemos son los, que deberían sostener una democracia, pues ninguna democracia será completa si existen discriminaciones por religión, por genero, por donde procedas.

En una democracia laica, el pueblo es ciudadano de pleno derecho e independiente de sus distintas particularidades. Pensamos que cualquier privilegio otorgado a una persona o grupo de personas en función de una particularidad va en contra de estos principios democráticas de igualdad y libertad, restringiendo ilegítima mente los derechos del resto de los ciudadanos que no formen parte de esta particularidad, lo que convierte la sociedad en ciudadanos de primera y de segunda dentro de un estado. Y lo que es peor dar lugar a un determinado modelo de corrupción política por utilizar fondos públicos para intereses privados o “corrupción religiosa” dando privilegios públicos a una religión en particular.

En una democracia laica, el pueblo es ciudadano de pleno derecho e independiente de sus distintas particularidades

Está claro que la creencia a una religión e iglesia determinada es una opción particular, y por tanto no puede ser general. Puesto que en el pueblo hay personas que se declaran agnósticos y otros que no creen y otros que creen en lo sobrenatural.

Creo que, dentro de un estado laico, caben todas estas opciones, siempre que respeten la libertad de conciencia sin discriminaciones; puesto que, los que creemos en el laicismo opinamos que “la libertad religiosa” es un concepto ético que ha servido en muchas épocas de nuestra historia y en la historia mundial para legitimar privilegios sobre aquellos que no han querido ninguna religión.

Mientras el concepto de “libertad de conciencia que defendemos desde el laicismo abarca todas las posibilidades de adhesión espiritual no solo las reales sino también las posibles; pues establece la neutralidad del estado y sus instituciones en materia religiosa, y la eliminación de cualquier privilegio de cualquiera de ellas sobre las demás. Porque la realidad nos indica, que solo así se puede llegar a conseguir un estado democrático genuino y donde el interés general está por encima de los intereses particulares de unos y otros.

Hoy por hoy, “el feminismo” todavía significa desigualdades en muchos países. Es más “el machismo” subyuga al todavía feminismo y lo lleva a una situación de exclusión social y de desigualdades. Actualmente en muchos lugres todavía existe un enfrentamiento entre el machismo y el feminismo como entes separados. Lo que provoca una duda sobre los derechos adquiridos, desde hace tiempo, cuando se re define los postulados del feminismo, que son variados y a veces encontrados.

El laicismo permite la libertad de conciencia, promueve la igualdad entre hombre y mujer y busca que eso no sea una utopía sino una realidad

En tiempos de democracia, la igualdad y su lucha por ella a veces lo que se pretende con ello es legitimar el patriarcado y no el poner al mismo nivel al hombre y a la mujer. La educación realmente es una desigualdad, a veces, por la inconsciencia en la que muchas veces hemos convertido la vida día a día, según el género del nacido y que por consiguiente ha provocado la desigualdad de género. Es decir, la vulnerabilidad del pensamiento puede significar a veces la desigualdad de género, pues la libre elección provoca a veces la desigualdad, el aumento patriarcal y la falta de equidad de género y de consentimiento.

Por todo esto, me gustaría indicar, que el laicismo permite la libertad de conciencia, promueve la igualdad entre hombre y mujer y busca que eso no sea una utopía sino una realidad. Pues el laicismo promulga la igualdad entre el hombre y la mujer y con una sinergia común. Pese a las diferencias personales que provoca esta situación y más, con una ideología patriarcal que es la que domina actualmente la mayoría de nuestras sociedades.


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